El arte de la conserva

El arte de la conserva

A veces la necesidad agudiza el ingenio y esa es la principal razón histórica que condujo a idear técnicas para preservar alimentos, especialmente en épocas de escasez. Y la genialidad crece y se versiona hasta convertirse en arte, en el arte de la conserva gourmet. Las simples latas y envases reciclados de cristal dieron paso al innovador packaging de las nuevas latas y botes de diseño junto a un etiquetado artístico.


Como si de un tesoro se tratase, guardadas en cofre para protegerlas celosamente y que perduren intactas en el tiempo, las conservas son el resultado de un trabajo selectivo de delicias procedentes directamente del mar y de la tierra, tras un cuidadoso tratamiento artesanal, que pretende preservar todas sus propiedades saludables. Su singularidad también reside en prescindir de la refrigeración y ese es uno de los pilares de nuestra tienda.


En Gourmet de la Plata contamos con distintos ejemplos de tratamientos para las conservas: nuestras conservas de frutas hechas mermeladas, las tradicionales conservas directas del mar enlatadas y en cristal, y una nueva incorporación en la cocina más sibarita, las algas frescas en salazón.


Y las ventajas son múltiples, desde las nutricionales hasta las puramente pragmáticas. Pese a su proceso de elaboración podría decirse que mantienen de forma casi intacta todas sus propiedades y que en nuestro caso se ven potenciadas por su macerado en un aceite de oliva virgen extra, en el caso de las conservas de pescado. Atendiendo a razones prácticas, este tipo de producto es objeto de deseo desde quienes optan por una cocina rápida pero de excelente calidad, bien por falta de tiempo, por falta de ganas para cocinar o por su adicción a las conservas, hasta quienes ven en la conserva la oportunidad de poder catar productos, a veces insólitos y de excelente categoría traídos directamente de su zona de producción y que les queda lejos para degustarlos in situ. Precisamente éste es el segundo pilar de nuestra filosofía: poder cruzar todos nuestros productos a través de la geografía española para darlos a conocer e incluso traspasar fronteras.


La conserva, un recurso tan de antaño y tan de moda, centro de atracción de las pequeñas abacerías en auge y de eventos tan glamurosos como nuestro “Vino de Honor”, donde el deslate se ha convertido en una atracción para los más gourmeteros.